jueves, 17 de noviembre de 2011

El principe de las mareas ...........



Jueves tarde, otro día de descanso laboral, me he preparado un café con leche y me he acomodado en el sofá, mi manta preferida, mi paquete de tabaco y he puesto la “caja tonta”……. Daban un antigua película que había visto hace mucho tiempo pero he pensado que merecía la pena volverla a ver…….
Me ha hecho pensar mucho sobre la diferencia que hay entre el pasado y los sueños….. Por algo que no tiene nada que ver con la película pero que de alguna manera van unidos….. Ayer leí una frase que hizo que mis cansadas neuronas recapacitaran sobre un tema que estos días llevo muy a flor de piel, la frase decía:

“Que débil, que mentirosa e infiel es la memoria de los humanos….
¿Qué diferencia el pasado de un sueño?
El pasado se deja de recordar cuando hace daño, el sueño siempre prevalecerá en nuestra memoria…………..

Viendo la película y recordando la frase que leí ayer, me doy cuenta que la mayoría de veces nuestro pasado (aquel que no queremos recordar) sobre todo de la niñez es lo que nos hace ser como somos en nuestra edad adulta, la memoria es infiel y se esconde, nosotros mismos hacemos que se esconda y no queremos recordar, por eso siempre antepones los sueños porque es lo que nosotros queremos hacer o lo que al menos nos gustaría realizar.

Las frustraciones, la rabia, el dolor de muchas situaciones de nuestra niñez nos coartan muchas veces para lograr nuestros propios sueños, son nuestros fantasmas del pasado aquellos que no queremos que aparezcan en nuestra vida, pero que aparecen cuando surge un problema o cuando la realidad de la vida nos estalla en la cara ………
Los humanos tenemos esta naturaleza, nos dejamos influenciar por todo lo que hemos vivido en la niñez o en la adolescencia, hechos que nos marcan para nuestras futuras relaciones o simplemente como dice la frase hacemos que sea débil y mentirosa la memoria para así no recordar………


Abramos la puerta a la memoria, dejemos de ser infieles a nuestra memoria y dejemos entrar en ella los recuerdos aunque nos haga daño recordar .........
Y no nos damos cuenta que intentando olvidar o enterrar las emociones y situaciones nos volvemos personas con un sinfín carencias afectivas ……

No soy sicóloga ni erudita en la materia, pero por mi propia experiencia sé que hay unas pautas de comportamiento que nos marcan en cada uno de nuestros actos, en los errores que cometemos, en los razonamientos que exponemos, y en como afrontamos la realidad de la vida, solo es una de tantas reflexiones que me hago a mi misma en mis momentos de soledad, en esos momentos que me quedo aislada en mi pequeño estudio, con mis libros mi música mi gran amigo el pc y como no con todos los recuerdos de mi vida sean buenos o malos…..

No quiero que mi me memoria se vuelva infiel, porque con las vivencias que se atesoran a lo largo de la vida sean buenas o malas, con todas las heridas que nos han causado a veces sin ni siquiera saberlo (padres, hermanos, amigos, conocidos e incluso nuestros propios hijos) con todas las vivencias y con el recuerdo en mi memoria podre lograr algún día que mis sueños se hagan realidad ……….

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